MÉDICO DE FAMILIA FRANCISCO MARTELO LA VOZ DE GALICIA 06/04/2022 OPINIÓN La Real Academia de Medicina de Galicia, acaba de zanjar una deuda histórica y ha acordado convocar una plaza de académico numerario para la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Un joven que busque dar una respuesta integral, cercana y permanente a los problemas de salud de las personas debe hacerse médico de familia. Convertirse en especialista del ser humano. Al lado de un conocimiento médico global, ha de poseer habilidades comunicativas y capacidad de ayuda en las situaciones de dificultad y sufrimiento. Ha de ser un cultor del humanismo. En los últimos años, lo han tenido difícil. La masificación del sistema público de salud ha situado al médico de familia como el ujier en la entrada de la organización. Dedicado, en exceso, a tareas administrativas no tiene tiempo suficiente para la atención asistencial por el número excesivo de pacientes en la agenda ni, para contactar con el resto de los compañeros médicos y demás sanitarios en la organización del trabajo diario. Sensación de dualidad por la soledad y el relax mientras cambia la sábana de la camilla, realiza la limpieza o su tarea de portero. La estética del esperpento. Durante la pandemia, las restricciones presenciales los ha convertido durante una gran parte de su tiempo en titulares de la asistencia directa a los pacientes covid-19 y asesores telefónicos para el resto de las patologías. Ante el estrés emocional acumulado, los consejeros de los responsables políticos organizaron cursos como «resiliencia y felicidad» para los profesionales, sin reelaborar, en la dimensión adecuada, la respuesta de la especialidad ante una situación crítica. Los pacientes que asisten son, en su mayoría, más consumidores de servicios sanitarios que enfermos. El médico de familia necesita recuperar su capacidad asistencial y el disfrute en su tarea, con disponibilidad de un tiempo adecuado para la asistencia, para la formación continuada, la docencia y la investigación. La relación médico paciente tiene especial sentido en la especialidad de Medicina de Familia porque no se trata de una conexión tangencial como ocurre en otras especialidades, sino de un vínculo estable en el tiempo en la búsqueda de mejores niveles de salud y bienestar. En un contexto desmotivador para bastantes profesionales, los más interesados en conseguir una mejor motivación de sus médicos son los pacientes que sufren la tiranía de la enfermedad. La réplica del médico está en Platón: «Donde quiera que se ama el arte de la medicina se ama también a la humanidad».