Estructura
Presididas estas Academias por la “Real Junta Superior Gubernativa de Medicina y Cirugía”, que delegaba sus funciones en el Capitán General de las regiones que lo tenían, como era el caso de Galicia, se estructuraron en los 3 niveles siguientes:
1. Académicos numerarios
Pertenecían a esta clase, de manera “nata”, los catedráticos de los Reales Colegios de Medicina y Cirugía y los de Medicina de las Reales Universidades; otros eran propuestos y votados entre los profesionales de la “ciencia de curar”, más prestigiosos; académicos agregados y académicos correspondientes eligiéndose, de entre los primeros a quienes debían desempeñar los cargos de gobierno, que eran:
- Vicepresidente, que de ordinario actuaba como Presidente “en funciones” pues, como se dijo arriba, la Academia estaba presidida por el Capitán General. El primero que ostentó este cargo fue D. Juan de Barcia y Ávila La Cueva.
- Secretarios, uno “de gobierno” y otro “de correspondencias extrangeras”.
- Bibliotecario- archivero.
2. Secciones y comisiones
Las cuestiones se estudiaban en sesiones o juntas, “literarias” (donde se trataban asuntos científicos) y “de gobierno” (en que se veían y dilucidaban los asuntos referentes al control sanitario y las cuestiones de la propia Institución), tanto ordinarias como extraordinarias celebradas, aquellas, con periodicidad quincenal, habitualmente. Existían Comisiones especializadas para el mejor tratamiento de los problemas que se planteaban. Su número y denominación varió, a lo largo del tiempo, bajo el influjo de los cambios de aquellos: así, por poner un ejemplo, diremos que en 1 de enero de 1833, existían seis “Comisiones permanentes”:
- De Sanidad o Higiene Pública
- De Policía de la facultad
- De Topografías
- De Vacunación
- De Aguas minerales
- De Subdelegaciones
3. Subdelegaciones
El territorio asignado a cada Academia estaba dividido en “Subdelegaciones” que correspondían a los “partidos judiciales”. De ellas eran responsables los académicos agregados o “Subdelegados” (podía haber hasta dos, uno para el “ramo” de Medicina y otro para el de Cirugía, que en tiempos pasados correspondían a titulaciones diferentes) a los que se consideraba como “académicos agregados”. Buenos conocedores de la problemática de su Subdelegación eran, en ella, los “ojos y oídos” de la Academia comunicándole, por escrito, todas las irregularidades que detectaban y esperando, para ejecutarlo, lo que para resolverlas decidía aquella en sus “Juntas de Gobierno”.